Pasamos al día 2, en el que nos ocuparíamos de visitar la ciudad del Vaticano (
pasen por caja, clinc):
Museo Vaticano, Basílica de San Pedro y Castillo del Angel.
Empezamos por la
Plaza de San Pedro, obra de Bernini: la Catedral se erigió sobre el lugar donde fue martirizado San Pedro, considerado padre de la iglesia católica, siendo su catedral el centro espiritual de toda la cristiandad.
Habría que conocer los Museos Vaticanos, San Pedro y San Pablo Extramuros, que posee unos mosaicos de la ancestral basílica en su ábside, pero como no sé si tendremos tiempo (y dinero) para todos, os dejamos un enlace para que podáis realizar una visita virtual a San Pablo Extramuros: pincha
aquí.
Si queremos el tour completo, sería recomendable comenzar por el Museo Vaticano, pero hay que llegar muuuuy temprano, ya que siempre hay una cola inmensa en la que se puede estar por horas y horas.
La siguiente parada es la
Basílica de San Pedro. Su cúpula fue mandada construir en el siglo IV por el primer emperador “cristiano” Constantino. Después de sus continuos derrumbamientos, sería reconstruida en el s. XVI por Bramante y posteriormente por Miguel Ángel. En su interior se encuentran los restos del primer papa de la cristiandad, San Pedro. Para visitarla, por cierto, hace falta ir vestidos decentemente; eso quiere decir sin escotes, faldas y/o pantalones muy cortos. Entrar aquí es gratis. Otro pasaje que habría que hacer -aunque cuesta, tanto económicamente (entre 4€ si vas andando o 7€ en ascensor, el cual no te libra de los escalones) como físicamente, por culpa de los 300 escalones, que se van estrechando a medida que escalas, con lo que algunos pueden sufrir mareos- es subir a la cúpula. Eso sí, solo por la vista vale la pena subir todos esos escalones (
ver foto primera).
La Catedral de San Pedro contiene otra de las esculturas importantes, la
Piedad, realmente
impresionante. Esta maravillosa obra de entre 1498 y 1499 es de bulto redondo, lo que significa que se puede ver en todos los ángulos, aunque el punto de vista preferente es el frontal. Miguel Ángel la esculpió cuando contaba tan sólo
24 años. Cuando la obra fue finalizada y entregada, algunos pusieron en duda que hubiera sido Miguel Ángel el verdadero autor de la misma dudando de él por su juventud. Al enterarse, Buonarroti, en un arranque de furia, grabó a cincel su nombre en la escultura, siendo esta la única obra firmada del artista. En la cinta que cruza el pecho de la Virgen puede leerse: «
Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]» («Miguel Angel Buonarroti, florentino, lo hizo»).
Con el Castillo del ángel, ya un poco más lejos, nos conformaremos con las vistas desde fuera (el interior tampoco merece tanto la pena). Aunque este recorrido parece corto, las distancias, las colas y lo que hay por ver son bastante considerables. Es aconsejable, por cierto, que para comer se coja algo en los puestos. O mejor, llevarse un bocata para evitar clavadas.
Y ahora, expresiones en italiano. Existe una gran variedad de saludos, si bien el más utilizado (y más conocido mundialmente) es “ciao”.
Hola
Salve/Ciao (saludos informales)
Adiós
CiaoBuon giorno Buen día.
Buona sera Buenas tardes / noches. Se utiliza cuando anochece.
Buona notte Buenas noches. Se usa para despedirse cuando uno se retira a dormir.
Addio Adiós
Ci vediamo Nos vemos
A domani Hasta mañana
A dopo Hasta luego.
Arrivederci/ArrivederLaHasta la vista: la primera opción se usa cuando se tutea a la otra persona; la segunda, cuando se la trata de Usted
A più tardi Hasta más tarde.
[Es habitual que luego de los saludos en italiano se utilice Signora (siñora) o Signore (siñore)].
Para mañana, frases de cortesía, cómo presentarse y entrablar una conversación básica y frases útiles para hacerse entender (además de seguir conociendo Roma, claro).
Bueno, eso si soluciono un percance informático que me ha surgido y si puedo acceder a la información que tenía buscada...